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Bargueños, el mueble de los secretos

Rafael Bargues

Los bargueños

El bargueño, conocido como el mueble de los secretos, no es sino un mueble escritorio donde se guardan escrituras y documentos. Tradicionalmente se considera que es un mueble español, muy común y atractivo durante el Siglo de Oro. A lo largo de los siglos XVI y XVII se han ido variando los materiales y codificando las tipologías (salmantina y toledana). No obstante, en general presentan todos unas características comunes. Estos escritorios están hechos de maderas nobles o exóticas, como el ébano, y decorados con los mejores materiales, como concha de tortuga, placas con pinturas, marfil o trabajos de marquetería. Los ebanistas españoles fueron incluyendo elementos decorativos derivados de la arquitectura barroca, como frontones curvos, arquerías, columnillas salomónicas y montantes en forma de columna toscana. En el siglo XIX reaparece este mueble, cuando se vuelven a retomar estilos anteriores[1].


Bargueño realizado por Rafael Bargues, fechado 1926

Este bargueño consta de tres cuerpos, como es común en este tipo de muebles. Los dos cuerpos laterales presentan cuatro gavetas cada uno con placas de marfil. El cuerpo central está compuesto por un templete clasicista con columnas de orden compuesto con un doble entablamento y un frontón también clasicista, todo ello profusamente decorado por detalles de marfil. En el centro de esta loggia encontramos una figura de factura muy clásica, como una venus púdica. Sobre el frontón se recuestan dos angelotes. Los cuerpos están divididos por franjas ornamentales con motivos a candelieri, las cuales también separan la parte inferior de la balaustrada superior. Todos los motivos decorativos provienen tanto del repertorio renacentista como de la mitología clásica. De esta última provienen las escenas talladas en las placas de marfil de las gavetas y los pomos de estas, los cuales representan personajes como Neptuno o Zéfiro. Otro de los motivos recurrentes son los putti o angelotes, destacando los colocados sobre la balaustrada, quienes portan símbolos de abundancia.

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Este bargueño está claramente inspirado en aquellos bargueños que se decoraban con motivos del plateresco, con elementos decorativos inspirados en los “grutescos” renacentistas, jarrones tallados, arquerías, motivos vegetales y bustos tallados de perfil. Por otro lado, la balaustrada superior destaca enormemente. Posiblemente estuviera inspirada en un tipo de bargueño denominado Carlos V muy reconocido por la amplia cornisa tallada que remata la parte superior del mueble.

Además del marfil y el palosanto, en esta pieza encontramos otros materiales, como el carey de las franjas que enmarcan el cuerpo central, la forja de las asas y el engletado en hueso que decora los laterales

Una de las peculiaridades de esta obra es que vienen especificados tanto los comitentes, como el autor como la fecha, en una placa bajo el templete que reza: “Mueble encargado por los señores D. Ignacio Herrero Velázquez y Dña. Pialar Jabat Gómez de la Serna a Rafael Bargues – escultor – 1926.

Desde aquí os invitamos a ver el REEL que subimos a nuestro instagram de la obra!!

Comitentes

Quienes encargaron este bargueño eran los Vizcondes de Castel Ruiz, título que había heredado Dña. Pilar Jabat y Gómez de la Serna. Hija de los marqueses de Llagares y hermana del Marqués de los Ulagares, contrajo matrimonio con D. Ignacio Herrero Velázquez en 1912. Doña Pilar pudo haber heredado el gusto por las artes de su padre, el Vizconde de Castel Ruiz, cuya colección era de gran importancia. Este fue un gran protagonista activo en una histórica subasta celebrada por la casa Christie's en 1846 [1]. Entre los primeros dibujos españoles que ingresaron en el British Museum figuraban los de la colección del vizconde de Castel Ruiz, que fueron obtenidos justamente en esta subasta. Era la primera vez que el museo adquiría dibujos de una colección española, algo que volvería a repetirse en ese mismo siglo [2].

 

El artista: Rafael Bargues (1885-1943)

Rafael Bargues es el autor que firma esta obra. Este escultor valenciano, nacido en Godella en 1885, estaba especializado en la talla del marfil [1]. Se conoce que a principios del siglo XX su estudio de escultura se encontraba en el antiguo colegio, iglesia y convento de la orden de Montesa, en la Plaza del Temple de Valencia [2].

Rafael Bargues no llegó a ser un escultor de renombre, pero formaba parte de la escena de escultores valencianos que sucedieron a los maestros de finales del siglo XIX, continuando con la brillante tradición de la escultura moderna y contemporánea en Valencia, ciertamente destacada y quizás más que la pintura, dejando de lado el fenómeno “Sorolla”. Llegó a ser profesor de escultura de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Valencia. Como los jóvenes artistas de su tiempo, sintió el peso de la tradición romántica y pintoresca, con un lenguaje enfático, detallista y anecdótico. Pero recibió también las nuevas corrientes que llegaban de Italia y de Francia.

Realizó trabajos de cierta importancia, muchas veces relacionados con otros escultores. Junto al también valenciano Julio Vicent, cuya obra está presente en el Museo del Prado, trabajó en el equipo de artistas del taller Granada hacia 1920 en Madrid[3]. Dentro del arte escultórico funerario, podemos destacar su colaboración con Victorino Gómez López y otros escultores en el mausoleo de Ferrer Peset[4]. Formó parte del Círculo de Bellas Artes de Valencia y participó en numerosas propuestas de esta institución, destacando la creación del monumento al pintor Agrasot, impulsado por Sorolla hacia esta década también. Este busto conmemoraba la muerte de este artista, una figura clave en la vida artística de la época en Valencia, quien además era fundador del Círculo y presidente honorario durante muchos años[5].

Durante la Guerra Civil rescató, junto con otros miembros del Círculo de Bellas Artes, numerosas obras y objetos, incluido todo el relicario, así como los aldabones de la puerta de la sacristía o los Goya, del incendio provocado en el Archivo de la Catedral de Valencia en 1936.

Ya terminada la Guerra Civil, Rafael Bargues realizó una imagen nueva de Nuestra Señora de Belén para el pueblo de Almansa. En la Romería celebrada en 1940 se bendijo la talla, habiendo constancia de su adquisición en 1939[6].

La siguiente noticia que tenemos de este autor es de 1941 donde, por medio del Boletín Oficial del Estado, se anuncia una por orden del 9 de enero de 1941: “Condenado por la Jurisdicción Castrense a veinte años y un día de prisión a don Rafael Bargues Asensio, Profesor dé Término de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Valencia, con anterioridad al 22 de abril de 1940”[7]. Así, Rafael Bargues, junto con otros muchos artistas y profesores de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Valencia, ingresó en la Cárcel Modelo de Valencia. Después de la guerra en esta cárcel había artistas de distintas disciplinas y de diversos lugares de España. En este centro penitenciario y a raíz de la creación del Patronato de Redención de Penas por el Trabajo, se creó una denominada Escuela de Arte. Los artistas vieron en su creación una posibilidad de acortar las penas a las que habían sido condenados y mejorar su calidad de vida. En esta escuela no solo enseñaban a otros presos, sino que realizaban encargos para instituciones, sabiéndose que Bargues realizó un Sagrado Corazón de Jesús, una diosa Ceres y una Virgen[8].

Finalmente, el 03 de octubre de 1943, Rafael Bargues Asensio falleció a los 58 años a causa de una “embolia cerebral” y fue enterrado, sin ataúd, en una fosa común del cementerio Municipal de Valencia.



[1] CARRASCO TERRIZA, M. J., “Jesucristo, Sacerdote y Rey: una escultura de Julio Vicent”, El Dintel, nº 4, Huelva, 1998, págs. 17-19.

[2] RAFAEL SOLAZ ALBERT, R., Valencia. Ciudad de postal, Valencia, Imprenta Romeu, p. 40.

[3] CARRASCO TERRIZA, M. J., op. cit.

[4] GÓMEZ LÓPEZ, V., “Tres cuartos de siglo de vida artística. Discurso de ingreso como Académico Electo del Ilmo. Sr. D. Victorino Gómez López”, Archivo de arte valenciano, nº. 47, Valencia, 1976, págs. 110-114.

[5] DE LAS HERAS ESTEBAN, E., La escultura pública en valencia. Estudio y catálogo. Tesis doctoral, Departamento de historia del arte. Universitat de Valencia. Servei de Publicacions, 2003, págs. 225-227.

[6] Guía para visitar los Santuarios marianos de Castilla La Mancha, Ediciones Encuentro, Madrid, 1995, p. 66.

[7] Boletín Oficial del Estado, lunes 27 de enero de 1941, en https://www.boe.es/gazeta/dias/1941/01/27/pdfs/BOE-1941-27.pdf

[8] MUÑOZ IBÁÑEZ, M., La pintura valenciana de la posguerra, Universitat de Valencia. Servei de Publicacions ,1994, p. 24.