Extraordinaria cómoda de estilo Imperio, en época de Napoleón I Bonaparte. Realizada en madera, los frentes están chapados con palma de caoba, una de las chapas de madera más exclusivas, atractivas y cotizadas, usada en la ebanistería más exquisita, siempre destinada a los muebles más lujosos. La madera de caoba, con su particular color rojizo oscuro, se convirtió en la madera por excelencia del estilo Imperio.
Dicho estilo se caracteriza por las líneas rectas, majestuosas y masivas, generalmente con ricas ornamentaciones en bronce dorado, con la intención de transmitir la grandeza de la nación francesa al mundo. El emperador trató de usar el arte para afirmar su poder político.
Por ello, se trata de un mueble de forma rectangular, prácticamente cuadrada, con tres registros en la parte frontal, flanqueados por dos columnas. Las columnas rematan en una pieza de ormolú cincelado, un trabajo artesanal exquisito. Las incrustaciones en bronce dorado cincelado en bajorrelieve tomaron un papel ornamental fundamental y por ello se deben destacar también las cerraduras. La parte central presenta una curiosa forma de trébol, enmarcado en una delicada guirnalda de inspiración vegetal. Se conserva la llave.
Las patas son también rigurosamente características del estilo, cuadradas las dos delanteras y en sable las traseras. El sobre de mármol es de color negro intenso y original de época, como demuestran las muescas del corte.
Estilo Imperio francés (1804-1830)
El estilo Imperio francés aparece se inserta dentro del Neoclasicismo, una reacción que surgió a finales del siglo XVIII frente al estilo Barroco y el Rococó. Tiene como antecedente el llamado estilo Directorio, con el que comparte gran parte de sus características formales. Dicha reacción se inspira en el arte clásico, inspirado a su vez por el estudio de la antigüedad clásica y las excavaciones arqueológicas que estaban teniendo lugar en esa época en Roma, Pompeya, Herculano, Paestum… además de en las teóricas estéticas de Winckelmann y el desarrollo del estudio de la cultura egipcia, que se puso de moda en esa época en Francia debido a las campañas de Napoleón en Egipto.
La datación de dicho estilo corresponde con los años en los que Napoleón fue nombrado cónsul (1799-1804) y emperador de Francia, como Napoleón I Bonaparte (1804), hasta su derrota en Waterloo (1815). Sin embargo, en cuanto al mobiliario, el estilo se prolongó unos 15 años más, hasta la década de 1830, hasta el periodo de la Restauración (vuelta de la dinastía borbónica).
Desde Francia, el estilo Imperio se extendió por el resto de Europa, ocupando distintas denominaciones. Influyó enormemente en el estilo Regencia del Reino Unido, pero también llegó a Alemania, Italia (estilo Imperio italiano), España, aunque de manera algo más tardía (estilo Fernandino), Suecia, o incluso Rusia.
En cuanto a lo formal, el estilo Imperio apuesta por lo majestuoso, pero siempre desde la elegancia y el retorno a la simetría clásica. Es una vuelta a las formas clásicas, basada en la línea recta y los planos horizontales, donde la geometría cobra una vital importancia. Los muebles de este periodo son algo austeros, con líneas rectas y superficies planas. Prefiere, además, las decoraciones en bronce plano, a menudo dorado, a las tallas refinadas de años anteriores.
En definitiva, representa la grandeza del régimen napoleónico, equiparándose con el Imperio de Alejandro Magno, el de Julio César, o incluso el faraón Ramsés II.