Impresionante consola realizada en piel natural de cabra lacada, diseño italiano de Aldo Tura. Se trata de una mesa auxiliar que se arrima a la pared con un diseño único que huye de lo común. Se configura como si fuera una única pieza de madera de forma cuadrangular, que se dobla sutilmente para crear las patas; líneas puras y depuradas. Este diseñador de muebles experimentales estuvo siempre involucrado y fascinado por la fabricación artesanal, con materiales y técnicas especialmente originales. Sin embargo, siempre fue más allá de la mera artesanía tradicional, traspasando los límites de la exclusividad en sus diseños.
Este conjunto de conocimientos influiría en los diseños que crearía durante su carrera, convirtiéndole a él y a sus creaciones en sinónimo de fabricación artesanal y lujo. Esta consola es, por tanto, una pieza inusual y llamativa que se convertirá en el centro de atención de cualquier interior.
Más sobre el diseñador...
Aldo Tura (1909 - 1963) es una de las figuras más enigmáticas y polarizantes que surgieron en el diseño italiano; es un caso atípico en el mundo de los muebles de mediados de siglo. Los glamurosos carritos de bar, mesas de café, gabinetes y más del diseñador resisten la categorización y se inspiran en los estilos Art Deco, Art Nouveau, Barroco, Surrealista y Modernista.
El diseñador pasó por distintas fases de su carrera en términos de estética, influencias y acabados, lo que hizo que el trabajo de su vida fuera emocionante y diverso. A pesar de estas fases, mantuvo una singular devoción por un material: la piel de cabra lacada. Tura estableció una casa de producción de muebles en 1939 en Lombardía, y algunos de sus primeros trabajos se centraron en mesas, lámparas decorativas y más. Más tarde se expandió a muebles de bar como carros rodantes, gabinetes y accesorios complementarios para bar, como cubos de hielo y cocteleras. La superficie excéntrica, reluciente y lujosa de la piel de cabra lacada era una constante, junto con la cáscara de huevo, el pergamino y el cuero.
En la década de 1950, Tura había comenzado ya a usar paneles con figuras pintadas a mano en la superficie de los gabinetes, utensilios para servir (como garrafas) y algunas otras piezas. Incluso reprodujo obras famosas de artistas como Monet y Bruegel el Viejo y arte de la Edad Media, a veces incrustando las pinturas en forma de juegos en gabinetes con forma de libros de gran tamaño. Su gama cromática característica era de tonos marrones oscuros y profundos.
Tura era diferente a la mayoría de sus contemporáneos italianos, pero tenía una reverencia similar por la artesanía tradicional y las técnicas artesanales de la nación. Nunca siguió la tendencia creciente de muebles industriales producidos en masa y se limitó a crear colecciones pequeñas y meticulosamente hechas a mano. Esta elección basada en principios significa que, hoy en día, una pieza de Tura es un objeto de colección raro y muy codiciado.
La firma Tura continúa operando en Brianza, promoviendo la artesanía italiana y los materiales eclécticos abrazados por su diseñador homónimo.
