Crucifijo “Cristo de San Juan de la Cruz” de Salvador Dalí - Oro de 18k

Espectacular escultura-joya realizada por Salvador Dalí, un Cristo crucificado que recibe el nombre de Cristo de San Juan de la Cruz, fundida a la cera perdida en oro de 18k. Conserva su bolsa de cuero original, junto con el certificado y la garantía de autenticidad.

El modelo surge de la obra Cristo de San Juan de la Cruz, un cuadro realizado por el pintor surrealista en 1951. La obra, que muestra a Jesús crucificado destaca por su originalidad y perspectiva; visto desde arriba, la cabeza de Cristo, que mira hacia abajo, se convierte en el punto central de toda la obra. El punto de vista tan alto parece referirse a la vista que tendría Dios Padre sobre el momento de la crucifixión de su hijo, colocando al artista y al propio espectador en ese papel. Dalí tuvo que tomar como modelo a un trapecista profesional, debido a la complejidad de su postura.

Toda ella se envuelve en un halo de misterio. En realidad, la obra simboliza al Cristo Redentor. Un Cristo de forma humana y sencilla, que difiere de las representaciones clásicas y que persigue una representación de la belleza de Cristo, más que de su sufrimiento. Sin heridas, sin clavos, sin dolor. En palabras del propio artista: “Mi principal preocupación era pintar a un Cristo bello, como el mismo Dios que él encarna”.

Sin embargo, y aunque sigue el mismo modelo, la representación pictórica difiere de la joya. El cuerpo del Cristo se muestra con una llamativa delgadez, que deja a la vista el hundimiento de la piel entre las costillas. La postura cabizbaja cobra también en la joya un aspecto mucho más dramático y apenado, y su propio cuerpo parece expresar estar sintiendo dolor. A esta sensación contribuye la propia cadena que sujeta el colgante, compuesta por una sucesión de clavos entre eslabones. El rostro de la figura parece oculto por una especie de velo misterioso que no permite distinguir los rasgos.