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Giulia Mangani Firenze

El arte de la porcelana

UN POPOLO SENZA MEMORIA, È UN POPOLO SENZA FUTURO

Historia de la Familia Mangani

Ya a finales del siglo XIX los Mangani eran una familia de escultores, transmitiendo su arte de padres a hijos. A principios del siglo XX, Cesarino Mangani trabajaba en su propio taller en Florencia con sus cinco hijos, ocupándose de obras solicitadas sobre todo por ingleses, franceses y estadounidenses, propietarios de villas en la zona de Florencia. Sin embargo, tras la crisis del 29, tuvieron que cerrar el taller. De los cinco hijos, uno, Alfiero Mangani, después de haber trabajado como ceramista-escultor en una importante fábrica florentina hasta finales de la década de los 50, abre un pequeño taller de restauración de cerámica y porcelana en el popular barrio de San Frediano en Florencia, asistido por sus hijos Iván y Lando. Sucesivamente, el negocio comienza a tener solicitudes de objetos de porcelana y así, con la voluntad y la determinación de los dos hermanos, Ivan y Lando, se abre un nuevo taller. En este período (1960) fallece el padre, Alfiero Mangani.

El gran punto de inflexión llega gracias a un curioso acontecimiento que determina el paso del simple taller de la época a la empresa de hoy. Algunos gerentes de la famosa casa Tiffany aprecian la factura y la excelente calidad de una tacita de porcelana, en la que no se reconoce la mano del fabricante. Solo tras una asidua búsqueda llegan a descubrir la mano del maestro que la creó, la familia Mangani. Nace una intensa colaboración durante tres años gracias al famoso buyer Giovanbattista Giorgini (creador de la alta costura en Italia con el primer desfile de moda en el Palazzo Pitti, Florencia) que asumió el hábil papel de intermediario entre las dos compañías. Esto permite a la empresa sentar las bases para ampliar su producción con la creación de grandes colecciones, desde complementos hasta iluminación, pasando por innovadoras técnicas de elaboración y decoración.

Durante mucho tiempo, el tío de la familia, Furno Mangani, trabajó en la fábrica después de años de experiencia como escultor en talleres florentinos y en el oficio de la piedra, operando y restaurando numerosas iglesias en Italia, incluido el Monasterio de Santa Chiara en Nápoles, la Catedral de Santa Maria del Fiore y Santa Maria Novella en Florencia y muchas otras obras como la fuente de Niccolò Pisano en Perugia. Comenzó a trabajar a los 10 años hasta que se vio obligado a dejarlo a los 96 años.

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Los herederos del patrimonio de la empresa son hoy los hijos de Lando, Giulia y Lorenzo Mangani, quienes con la nueva marca Giulia Mangani Firenze continuarán la tradición histórica de la porcelana en Italia.

Giulia Mangani Firenze

La firma está basada en la porcelana como elemento primario y sustentada en el preciado savoir faire de los maestros. Todas las fases de producción se llevan a cabo enteramente en la sede ubicada en el área de Sestese, un área industrial adyacente a Florencia. Por ello, todas las piezas son “Made in Italy”, desde la elección de materias primas italianas de alta calidad y certificadas, la atención al detalle y el diseño elegante y refinado. La vasta producción abarca desde pequeñas flores todavía hechas a mano, hasta jarrones, soperas, candelabros y lámparas en las formas y estilos más variados, como Empire, Decò, Clásico y Contemporáneo.

La empresa cuenta con una gran colección de modelos originales (1958-2012) que hoy es un patrimonio de un valor incalculable, y muchos otros modelos creados por varios artistas y diseñadores que a lo largo de los años han contribuido a expandir la riqueza de Mangani.

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Desde aquí queremos mostraros una pequeña muestra de su colección con este impresionante jarrón de porcelana, que muestra uno de los patrones o diseños icónicos de la marca. Realizado en los años 50 en su taller de Florencia, presenta forma de ánfora y dos asas laterales circulares. El diseño se basa en lichis pintados a mano y dorados que surgen de la base; es una composición estilizada pero realista. Cuenta con otros detalles dorados, como la boca o las asas. Además, mantiene el brillo y la pátina original. Esta pieza escultural de Giulia Mangani Firenze es una interpretación lúdica de los jarrones orientales de mediados de siglo. La combinación única de modernismo y naturalismo, pintada a mano con dorado de porcelana, hace que sea elegante y decorativa. 

Jarrón Lichis, Giulia Mangani Firenze, 1950’s – ItaliaJarrón Lichis, Giulia Mangani Firenze, 1950’s – Italia
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