La Dama de Aurelio Arteta
Aurelio Bibiano de Arteta y Errasti (Bilbao, 2 de diciembre de 1879 – Ciudad de México, 10 de noviembre de 1940) fue un pintor y dibujante español. Comenzó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao, que tuvo que abandonar debido al traslado de su padre a Valladolid en 1894. Tres años más tarde se trasladó a Madrid, donde ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1902 se trasladó a París, gracias a una pensión de estudios ofrecida por la Diputación de Bizkaia. Fue en la capital francesa donde tuvo la oportunidad de conocer la pintura social de Puvis de Chavannes, lo cual avivó su afición por la temática de las gentes humildes, pescadores, obreros y campesinos. Fue miembro fundador de la Asociación de Artistas Vascos.
Ganó el Premio Nacional de Pintura en 1930 con la obra Bañistas. Su obra magistral es la decoración de frescos del hall del Banco de Bilbao en Madrid, que comenzó en 1921, y para su realización pintó previamente de cada fresco un óleo a pequeña escala. En 1924 fue nombrado primer director del recién creado Museo de Arte Moderno de Bilbao. También se dedicó a la ilustración de libros, como por ejemplo la obra Divagaciones de un transeúnte de Alejandro de la Sota Aburto.
El inicio de la Guerra Civil Española le sorprendió en Madrid, por lo que pronto se trasladó a Valencia, y de ahí pasó a Biarritz (Francia). Tras numerosos y trágicos episodios en Francia, donde llegó a estar detenido en campos de concentración, terminó exiliado en México, donde murió por un accidente de tranvía.
Con ocasión del centenario de su nacimiento, en 1979, el Banco de Bilbao celebró una doble exposición en el Museo de Bellas Artes de Bilbao y en la sala de exposiciones de la propia entidad bancaria. Se consiguieron reunir 70 obras de primera magnitud, a las que acompañaron textos de entre otros, Manuel Llano, Edorta Kortadi, Kosme de Barañano e Indalecio Prieto.
El artista cultivó con preferencia el tema vasco, tanto el eminentemente rural como la transformación de esa sociedad a la nueva industrialización, especialmente atraído por los paisajes urbanos del entorno de la ría del Nervión.
En este caso, os presentamos este epectacular retrato de Doña María Maguregi Aguirre Goikoa, nacida en el pueblo Vizacaíno de Areatza el 9 de octubre de 1877, hija de Ciriaco Maguregi Altuna y Plácida Aguirre Goikoa Ealo.
Se aleja de los retratos convencionales, pues su pintura toma ya muchas características del movimiento moderno. No obstante, modernismo es una gran etiqueta que hace referencia a todo lo que no sea academicismo, por lo que cobra muchos matices distintos.
Es un retrato moderno y dinámico, pues se caracteriza por una perfecta armonía entre la idealización y un aire melancólico. Sin embargo, el autor decide representarla mirando directamente al espectador, en lugar de distraída o ensimismada, como hubiese sido más común, imitando a los grandes artistas modernos internacionales como Manet, Degas…, de donde bebe el inicio del modernismo español.
No pretende hacer un retrato adulador, representa a la dama sin idealizar, con una expresión un tanto lánguida. Es una mujer burguesa representada de manera moderna. La obra ejemplifica a la perfección la mezcla entre la tendencia moderna que irrumpió en el panorama pictórico español de las primeras décadas del siglo XX y algunos recuerdos aún del arte y la mentalidad del pasado, como la vestimenta de luto riguroso de la protagonista.
La gestualidad de las manos en la obra es fundamental, con una mano en el mentón y la otra entrecruzada y apoyada sobre el regazo, en un guiño claro a la pintura romántica de Jean-Auguste Dominique Ingres.
En cuanto a la técnica, en general, la obra del artista se caracteriza por un estilo siempre muy laborioso y detallista, para lo que realizaba numerosos bocetos previos. En este caso, queda demostrado por el dominio absoluto del dibujo y el detallismo que logra en cada pincelada, especialmente evidente en el fondo de la composición, que representa un papel pintado asociado al movimiento "Arts and Grafts" de William Morris que parece competir en protagonismo con la propia dama.