O/L "Paisaje", Laureano Barrau Buñol (1864-1957), Impresionismo catalán
Pintor catalán afincado en París
LAUREANO BARRAU BUÑOL (Barcelona 1864 - Santa Eulària des Riu, Ibiza, 1957)
Laureano Barrau Buñol nace en el seno de una familia acomodada, fue hijo de un ingeniero industrial y empresario. Su formación comienza en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, siendo alumno de Antonio Caba. Poco después, se traslada a Madrid para continuar y ampliar su formación. En 1884 viaja a Roma para estudiar durante tres años gracias a una Pensión Fortuny concedida por el Ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo, con esa beca decide ir a París e ingresa en la Academia de Bellas Artes, teniendo a Jean-Leon Gérôme como tutor.
Al año siguiente, en 1885, se encuentra estudiando en Roma a los grandes maestros italianos mientras que envía obras a Barcelona. Desde 1887 expone en una de las galerías españolas mas importantes del momento, la Sala Parés de Barcelona. En este año, su cuadro La rendición de Gerona, obtuvo gran éxito ya que supuso un tratamiento personal del genero de pintura de historia.
Además, Barrau participó frecuentemente en exposiciones oficiales tanto nacionales como internacionales. En 1888 fue premiado con una segunda medalla en la Exposición Internacional de Barcelona y un segundo premio en la Exposición Universal de Bruselas. En 1891, consiguió el título de mimebro del Salón de la Société Nationale des Beaux-Arts de París y un año después, por su obra Escardadora, obtiene una tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid. En la misma exposición de 1904, obtuvo una segunda medalla por Taponeras del Ampurdán. Barrau realiza numerosas exposiciones individuales además de participar en colectivas en París, Barcelona, Madrid, Nueva York y Roma.
En 1909 se muda a Buenos Aires manteniendo el éxito y reconocimiento que tenia en España y Europa. En 1929 se le nombró Societarie de los Salones de París.
Actualmente está representado en el Museo del Prado, el Museo Getty de California, los Museos de Arte Contemporáneo de Madrid y Barcelona, en su casa-museo de Sata Eulària des Riu y en diferentes museos de París, Buenos Aires, Montevideo y Rio de Janeiro; así como en destacadas colecciones privadas a nivel nacional e internacional.
El estilo de Barrau parte de un lenguaje inicial estrechamente relacionado con su formación neoclásica pero evolucionará hasta llegar a un nuevo concepto que se caracteriza por la luminosidad y transparencias cromáticas.
En esta obra queda patente toda la formación del artista. Capta con enorme realismo el ambiente propio de un atardecer, donde el cielo se tiñe de distintos colores cálidos, que preludian la oscuridad posterior. El color, así como el horizonte, los dos árboles solitarios y la luna, crea una atmósfera melancólica. Esta melancolía es propia de los pintores catalanes de finales de siglo XIX. Es una pieza exquisita.