La magia del teatro chino: los sombreros
La importancia de los trajes
La importancia de los trajes
En todo esto, los lujosísimos trajes, además del maquillaje, cumplen un papel fundamental. Son una parte imprescindible de la escenografía. Los trajes usados por los actores eran muy variados, pero solo los hombres eran los que usaban sombreros de este tipo, pues las mujeres se adornaban la cabeza con flores, cintas o joyas.
Existen tres tipos de trajes: Traje Nacional "viejo", el vestido nacional, trajes "modernos" y trajes extranjeros. Aquí os presentamos un ejemplo de Traje Nacional Viejo, que por su variedad de colores y la riqueza de sus adornos, demuestra la importancia del personaje para el público. Los sombreros se llaman también “tapas”, pues el traje entero incluye, entre otros elementos, una falda. Están realizados a base de adornos de cartón, cuero, perlas, seda, metales y bordados.
Los colores de los trajes son siempre simbólicos. El rojo representa la dignidad y la alegría, el negro está reservado para los más altos funcionarios, el amarillo es símbolo de la familia imperial, el blanco es el color habitual del luto, el rosa es el color de la alegría, el verde suele ser el color de las criadas y el azul simboliza la honestidad y la sencillez.
Evolución a partir del siglo XX
A principios del siglo XX, la dramaturgia China empezó a experimentar con un modelo de representación parecido al occidental. Después del movimiento del 4 de mayo de 1919, se llevaron a cabo numerosas representaciones del teatro occidental en China y los escritores chinos comenzaron a imitar su estilo. Sin embargo, como demuestra este sombrero, se mantuvo la costumbre de realizar y utilizar este tipo de accesorios y vestimentas en las representaciones.
Durante la Revolución Cultural, la mayoría de las compañías de ópera se disolvieron, los actores y autores fueron perseguidos y todas las óperas modelo aprobadas por Jiang Qing. Las representaciones al estilo occidental fueron calificadas como “dramas mortales” y como “hierbas venenosas” prohibiendo así su representación. Tras la caída de la Banda de los Cuatro en 1976, la Ópera de Pekín comenzó a recuperarse hasta convertirse en un entretenimiento popular tanto en los teatros como en la televisión.
La imaginación a la hora de realizar este tipo de elementos era completamente ilimitada, como demuestra este maravilloso sombrero de teatro chino. Representa el llamado “Dragón del bosque”, importante entidad en el teatro de la cultura China. Se emplea una suerte de papel maché, en una estructura metálica, así como madera fina, laca, pintura plateada, diferentes telas, lazos, perlas y pompones. El objeto se presenta en una peana de madera lacada para su mejor visualización. Se trata de una pieza única, de enorme carga estética.
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