Aunque en muchos lugares, este tipo de madera de raíz es conocida como lupia o lobanillo, nada tiene que ver con la raíz del árbol. En cambio, estas deformaciones que sufre el tejido leñoso son realmente fruto de protuberancias, bultos anormales que surgen a lo largo de todo el tallo de una gran variedad de especies arbóreas.
Los cortes de la madera se caracterizan por generar una serie de pequeños nudos conocidos como ojos de perdiz. Estas rugosidades pueden ser causadas por la aparición de microorganismos, bacterias que se adentran en las plantas provocando un anormal crecimiento de las fibras. Pueden aparecer en cualquier parte del tronco o incluso bajo tierra, en las raíces, alcanzando dimensiones y formas de lo más variopintas. Suelen encontrarse en tablones, si bien la chapa de madera es uno de los formatos más comunes para su aplicación en objetos domésticos. Aunque estos abultamientos en formas redondeadas pueden causar a primera vista una imagen extraña, estos nudos son, sin lugar a duda, la parte más cotizada de los troncos.
Algunas de las lupias más grandes se generan en las secuoyas costeras y en Port McNeil, en la Columbia Británica, donde se halla la mayor y más importante concentración de lupias de todo el mundo. El nudo más grande hasta hoy conocido se registró en el año 1984 en Tamswoth, una pequeña localidad situada en Nueva Gales del Sur.
No cabe duda de que estas irregularidades que aparecen en la madera han sido objeto de interés en ebanistería y se han convertido en una parte muy cotizada por su indudable valor único. Asimismo, este aspecto retorcido permite fabricar maderas extremadamente densas y resistentes que las vuelven aún más solicitadas. Los aspectos arremolinados y formas caprichosas que se dibujan en su superficie han dado lugar a un gran aprecio por este material. Provocó un gran interés dentro de corrientes como el Art Decó, pues ansiaban contar con esta madera de raíz tan peculiar y dotada de una belleza única. Su precio alcanza cifras muy elevadas y por ello es común encontrarlo alternado con otros tipos de madera.
Así se aprecia en el maravilloso musiquero de abedul, que forma parte de una colección que os presentamos. En estilo Art Déco, este conjunto de muebles de diseño proviene de Mercier Frères Décorations, una antigua empresa de decoración, tapicería y fábrica de muebles creada en 1828. Están realizados en madera de raíz, en este caso, con tiradores de latón del más bello estilo de los años 20 y 30. Por su elevadísimo valor, las placas de lupia se mezclan con otro tipo de maderas y, en las esquinas presenta un hermoso tallado de frutas y formas geométricas. Todo el conjunto, se corona con un precioso sobre de mármol francés Brèche D'Alep. Pero aparte de todo esto, el valor estético de esta pieza se halla en estas formas tan particulares y propias de los enredamientos de las fibras del tallo, que indudablemente le dan un aire único.
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Mercier Frères se ubicaba en Faubourg Saint-Antoine (París) y cerró sus puertas en 1985. Debido a su especialidad en la fabricación de muebles, trabajó con numerosas cortes tanto europeas como orientales, en especial, con la familia imperial de Irán. Participó en la Exposición Universal de 1867 de París y más tarde en la de 1900 con un pabellón. Fue tal la fama alcanzada que incluso abrió una sucursal en Buenos Aires en 1914 y poco después, en 1920, una tienda en el Palais de Marbre, en 7713, Avenue des Champs-Élysées. En 1927 también inauguró una sucursal en Nueva York.
Desde Fragonard Interiors os presentamos un maravilloso conjunto, formado por una mesa de comedor, un buffet, un musiquero, un coiffeuse o tocador y 6 sillones, todo ello en el más espectacular Art Decó de los años 30 del siglo pasado, en madera de raíz o lupia de abedul. Las formas caprichosas que se dibujan en su superficie han dado lugar a un gran aprecio por este material, provocaban un gran interés dentro de corrientes como el Art Decó, pues ansiaban contar con esta madera de raíz tan peculiar y dotada de una belleza única. Su precio alcanza cifras muy elevadas y por ello es común encontrarlo alternado con otros tipos de madera.
Visto todo esto, vamos a presentar uno por uno los artículos:
En primer lugar, el Coiffeuse o Tocador. El módulo central es un espejo basculante y en los módulos laterales (simétricos) se encuentra un registro y una puerta. El interior del cajón está forrado de seda. En la parte superior, los sobres de un fabuloso mármol francés de la Provenza “Breche d’Alep”. El espejo basculante está enmarcado en bronce, todo perfecto estado, al igual que los tiradores de los módulos laterales. Las llaves también son de bronce y originales de la época. En las esquinas presenta un hermoso tallado de frutas y formas geométricas.
En segundo lugar, el Musiquero con tocadiscos "La voz de su amo".
Siguiendo con la espectacular Mesa de comedor. Es de forma ligeramente ovalada, enriquecida con un imponente sobre del extraordinario mármol francés de la Provenza “Breche d’Alep”. El color del mármol es inigualable. La base tiene una forma de sombrero, muy característico del estilo al que pertenece, del que salen cuatro brazos en forma de arco que sujetan la parte superior. Esta base cuenta con un ornamento de frutas carnosas y elementos vegetales; y un perfil de bronce para protegerlo del suelo. Como es habitual en las mesas de comedor de este empaque, es extensible, cuenta con tres piezas de madera bruta para alargar la capacidad. Esta extraordinaria pieza representa el mejor estilo y época Art Dèco. Se convertirá en la protagonista del espacio en el que se ubique.
Consta también de un Buffet o Aparador. Tiene un elegante perfil ligeramente lobulado y gallonado, todo ello enriquecido con un sobre del extraordinario mármol francés de la Provenza “Breche d’Alep”, que sigue el mismo perfil. Cuenta con divisiones en cinco registros o cajones con tiradores en metal trabajado con líneas geométricas y remate dentado propios de la época. También tiene puertas con llaves originales en bronce. La base, por su parte, se compone de dos grandes y sólidos pies dentados. En las esquinas presenta un hermoso tallado de frutas y formas geométricas.
Por último, los seis sillones, también realizados en raíz de abedul, con decoración de elementos carnosos en dos de sus esquinas. Se han retapizado recientemente, con piel color coñac imitando el craquelado del cocodrilo. El tachuelado utilizado resalta aún más el relieve de la piel así como la talla de la madera. El respaldar tiene un perfil ovalado, sinuoso, del más puro estilo Art dèco. Además, destacan las patas, dos de ellas ligeramente galveadas y dos rectas con estriado. El diseño y la funcionalidad son dos características innatas de este estilo de principios de siglo... estas sillas son realmente cómodas.
Este espectacular conjunto de piezas representa el mejor estilo y época Art Dèco.
